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Hembra
del mosquito Anópheles, responsable de la transmisión
del paludismo |
El
paludismo —también llamado malaria— es
una de las principales causas responsables de las altas tasas
de mortalidad materna y perinatal en los países del
sur.
Solamente
en África, cada año quedan embarazadas 30 millones
de mujeres residentes en zonas donde el paludismo es endémico,
lo que supone un importante riesgo tanto para las mujeres
mismas como para sus hijos. De hecho, anualmente se producen
hasta 200.000 muertes neonatales en todo el mundo a consecuencia
del paludismo en el embarazo.
Las
mujeres embarazadas son particularmente vulnerables a esta
patología. La disminución de la inmunidad frente
al parásito inherente al embarazo aumenta sensiblemente
el riesgo de enfermedad, anemia grave y muerte. Para el feto,
el paludismo materno incrementa el riesgo de aborto espontáneo,
muerte intrauterina, parto prematuro y bajo peso al nacer,
una importante causa de mortalidad del lactante.
El
problema ha estado desatendido durante mucho tiempo pero hay
nuevos enfoques y compromisos que permiten albergar esperanzas
de reducir la carga de morbilidad atribuible al paludismo
en el embarazo y de mejorar la salud de las madres y de los
recién nacidos.
Protección
de la embarazada
Con
base en los datos existentes, la OMS recomienda un enfoque
de la prevención y el tratamiento del paludismo durante
el embarazo centrado en tres vertientes:
-
Mosquiteras
tratados con insecticidas
-
Tratamiento
preventivo intermitente
-
Tratamiento
eficaz de los casos de paludismo
El
hecho de dormir con mosquiteras sigue siendo una importante
estrategia para proteger a las embarazadas y a los recién
nacidos de los mosquitos que transmiten el paludismo. Además,
en zonas con elevada o moderada transmisión del paludismo
por Plasmodium falciparum (el tipo de paludismo más
prevalente en África), el tratamiento intermitente
con antipalúdicos es una forma rentable de prevenir
la enfermedad en el embarazo. Se recomienda administrar al
menos dos dosis de un antipalúdico seguro y eficaz
(en la actualidad, sulfadoxina-pirimetamina) a todas las embarazadas
que vivan en esas zonas.
En
las zonas donde la transmisión del paludismo es baja
o inestable, las embarazadas tienen poca inmunidad frente
a la enfermedad y un riesgo de sufrir paludismo grave dos
a tres veces mayor que las mujeres no embarazadas. En estas
zonas, el uso de mosquiteras y el tratamiento inmediato de
las embarazadas diagnosticadas de paludismo son las principales
estrategias preventivas y terapéuticas.
Intervenciones
antipalúdicas durante la atención prenatal
Cerca
de dos tercios de las mujeres del África subsahariana
acuden a centros de atención prenatal al menos una
vez durante el embarazo, lo cual representa una importante
oportunidad para prevenir y tratar el paludismo. El objetivo
es ofrecer a las embarazadas este conjunto de intervenciones,
y en particular el tratamiento profiláctico intermitente,
como parte de su atención prenatal, utilizando y fortaleciendo
la infraestructura de la atención prenatal ya existente.
Esta estrategia forma ya parte integrante de la iniciativa
de la OMS «Reducir los Riesgos del Embarazo»,
que tiene por objetivo fortalecer los servicios prenatales
y ofrecer medidas preventivas, tratamiento, asistencia y asesoramiento
para mejorar todos los aspectos de la salud de las embarazadas
y los recién nacidos.
En
la primera Cumbre Africana sobre la Malaria, celebrada en
Abuja (Nigeria) en 2000, los Jefes de Estado africanos se
comprometieron a realizar intervenciones eficaces contra el
paludismo al menos a un 60% de las embarazadas en el año
2005. Para lograr este objetivo, hay varios retos por superar.
Es
necesario generalizar la realización de intervenciones
antipalúdicas en las consultas de atención prenatal
en África. En la actualidad, esto es más una
excepción que la regla. No obstante, se están
creando programas de gran escala y varios países africanos
están revisando sus políticas a la luz de las
recomendaciones de la OMS. Algunos han adoptado ya la estrategia
como política.
Todavía
quedan por abordar los principales temas de interés,
entre ellos la resistencia a los fármacos y el uso
seguro y apropiado de diferentes fármacos antipalúdicos
durante el embarazo. A medida que aumenta la resistencia a
los antipalúdicos también aumentan los problemas
que plantean el tratamiento y la prevención del paludismo
en las embarazadas. Por consiguiente, la investigación
en este campo tiene gran prioridad. También se requieren
investigaciones a fin de desarrollar estrategias de prevención
para las mujeres que residen en zonas con transmisión
baja o inestable y en zonas donde el paludismo por Plasmodium
vivax constituye un problema durante el embarazo.
Es
preciso llegar a las mujeres que no acuden a los centros de
atención prenatal o que sólo acuden a ellos
en la primera consulta o cuando la gestación ya está
demasiado avanzada. Se necesitan nuevas estrategias para alentar
a estas mujeres a que acudan temprana y regularmente a los
centros de atención prenatal.que pasa muere una mujer
en los países más empobrecidos del mundo como
consecuencia de complicaciones surgidas durante el embarazo
o el parto.
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